UN PUENTE MUY FRANCÉS II: Burdeos

Y llegamos a Burdeos!!! El segundo día de vacaciones del pasado puente visitamos Burdeos, una maravilla de ciudad que disfrutamos y paseamos durante dos días, acompañados por un sol y una temperatura primaveral.

La primera parada fue la plaza de Les Quinconces, una de las más grandes de Europa, donde nos encontramos una concentración de coches clásicos y un mercado vintage, con muchísimos stands muy bien expuestos, con muebles, ropa e infinidad de cosas originales.

Después de tantos viajes he decidido disfrutar de cada rincón, sin querer verlo todo, sobre todo en ciudades tan bonitas como Burdeos. Y nos tomamos el día con mucha calma, paseando por la avenida junto al río Garona hasta llegar a otro mercado dominical, pero esta vez era de comida. Había muchísimos puestos de comerciantes locales, ideales para comprar productos de alta calidad. El de quesos fue mi favorito, qué pinta y qué buenos estaban… me los hubiese llevado todos.

Lo que me encantó de este mercado es que puedes comer unas ostras (muy típico de la zona) junto al río con una copa de burdeos o champán. Incluso comprar algo de picoteo y hacer un almuerzo disfrutando de las mejores vistas de la ciudad.

Para un día trotero de turismo de ciudad siempre elijo prendas cómodas con un punto elegante, porque son dos conceptos que no están reñidos, como puedes ver: una camisa básica (esta es de Zara de hace unas temporadas), pantalones jogging o jogger (similares aquí, aquí y aquí) y un calzado cómodo como son los zapatos Oxford, que ya me viste combinándolos con el vestido gris (ver aquí). El toque de color no puede faltar en ninguno de mis looks, como ya sabes. Hay que darle color a la vida!!! 🙂

 

Y no puedes irte de Burdeos sin visitar el maravilloso Espejo del Agua, una plaza donde se refleja la espectacular plaza de La Bolsa. Ahí estuvimos un buen rato esperando a que dejara de hacer viento para ver el reflejo perfecto, pero valió la pena, porque es espectacular.

Y todos los turistas que estábamos (la gran mayoría españoles) corriendo a sacarnos fotos como locos. jajajaja.

 

De ahí nos fuimos a ver unos cuantos museos que, como nos enteramos más tarde, son gratuitos los primeros domingos de mes. Y son muy recomendables, tanto por lo que exponen como por la arquitectura de sus edificios. Sobre todo nos encantó el de Arte Contemporáneo, con rincones fantásticos.

    

Más tarde fuimos a comer en la rue Saint-Rémi, donde hay muchísimos restaurantes con menús muy asequibles, con platos elaboradísimos y generosos en cantidad. Si no eres de comer mucho, te recomiendo coger la opción del medio menú que dan en muchos sitios (segundo+postre con café o vino). Ah! y no dejes de catar sus vinos que, aunque la copa sale un bastante más cara que de Rioja ;-), son vinos muy buenos y suaves.

Después de comer, y para bajar la comida, subimos a la altísima torre Pey Berland, campanario de la catedral, donde tienes unas fabulosas vistas de la ciudad.

  

Y en próximos posts te seguiré contando más cositas de nuestro viaje por tierras galas y te mostraré cómo viajar estupenda sin perder la comodidad. Porque una ciudad como Burdeos, Patrimonio de la Humanidad, se merece visitarla elegante. 🙂

Espero que te haya gustado mi visita, pasa una feliz semana y Feliz Navidad!!! Muakssss