El sábado pasado se casó una amiga de la infancia y, tanto la ceremonia como el banquete, fue en un sitio fantástico: el Castillo de Gorraiz, en Pamplona. Todo el mundo estaba guapísimo, sobre todo los novios, que hicieron que nos lo pasáramos en grande todas las amigas juntas. Muchas felicidades María y Manu!!!
Para este día que nos salió tan soleado, elegí este vestido tan original en rojo coral y complementos en rosa claro. Es uno de mis vestidos de boda favoritos ya que, además de ser de un color que me parece muy favorecedor, es comodísimo: no se arruga nada, tiene un corte muy original con esas asimetrías que tanto se llevan y, como no se ajusta en exceso al cuerpo, puedes estar a gusto todo el día sin estar pendiente de si se marca la tripita o no. 😉
Tanto el rojo coral como el fresa los puedes conjuntar con todo tipo de colores, en función de tu estilo o el vestido. Yo elegí el rosa palo porque quería darle el protagonismo al vestido, y el rojo con el rosa me parece una combinación de lo más divertida. Pero también va de maravilla con dorado, cualquier color candy o empolvado (rosa, amarillo o azul), con beige o con el indiscutible negro.
Tenía muchas ganas de ponerme un tocado porque me parecen divertidísimos y es una forma de darle un toque más personal al look. Éste que llevo me lo hicieron y tiñeron a juego de los zapatos, que por cierto son unos de los más cómodos que tengo para ir a las bodas, por su tacón y la pequeña plataforma que llevan.
El toque de la espalda abierta de manera tan sutil me encanta, aunque tiene el inconveniente de que el sujetador tiene que ser «invisible», pero hay maravillas en el mercado para ir cómoda todo el día.
Espero que te haya gustado mi look de boda y hasta el domingo que viene.
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Summertime 