UN BÁSICO, CUATRO ESTILOS

Seguro que te pasa como a mí que hay días en los que vas por la vida como loca y acabas poniéndote siempre lo mismo y conjuntado de la misma manera. Hoy te voy a mostrar lo útil que es tener un vestido negro en tu armario y el partido que le puedes sacar creando 4 looks facilísimos.

Los vestidos negros -también llamados LBD, Little Black Dress– son un comodín para cualquier ocasión. Hay que tener un par de ellos como mínimo: uno arreglado y otro más informal. Yo he cogido éste de informal algodón, de Nice Things, que utilizo muchísimo para el día a día y con él he hecho estos cuatro conjuntos.

Primero me he puesto un fajín de un color que haga contraste. Es una manera muy sencilla de darle un punto más sexi a un vestido recto. Lo divertido es sacar un poco de tela hacia arriba, acortando el largo del vestido y así consigues un aire diferente.

 

Éste fajín me lo has podido ver más veces ajustando vestidos (AQUÍ y AQUÍ) y creando un efecto de mono con un pantalón y camisa (AQUÍ). Si no tienes uno, también puedes usar un fular fino, a poder ser con algo de color o brillo, o una corbata de tu chico que te guste mucho 🙂

 

La segunda de las versiones es dejar el vestido tal cual, recto y cómodo para cualquier ocasión. Si no eres de las que va de negro absoluto siempre, también puedes añadirle color con los zapatos, algún complemento o con el bolso, como he hecho yo. Me encanta este bolso azul.

 

Como empieza a refrescar, lo mejor es añadir una chaqueta un poco más vestida, creando así el tercer conjunto. Con cinturón también queda bien, aunque prefiero que el vestido sobresalga un poco de la chaqueta para que no se quede enganchado por detrás y haya «accidentes», jajajaja.

Esta maravilla de chaqueta es de Mekkdes y me la compré en Noemí Albisu esta primavera pasada. Me gusta mucho porque es muy original, además de calentita, y queda genial con negros, ¿qué te parece? Ya me la has podido ver conjuntada con amarillos en este otro post (ver AQUÍ).

Y por último el cuarto look, el que más me gusta, es superponer un jersey. A mí me gusta llevar uno largo que deje entrever sólo un poco el vestido, pero no demasiado.

 

Ya sabes que soy muy fan de los jerséis, sobre todo los amplios, y fue ver éste el otro día en Bershka y enamorarme. No puedo remediarlo, jajajaja. Uno de este estilo nunca falta en mi armario porque va con todo y para todas las ocasiones: con vaqueros y zapatillas para un día informal, con una falda midi y taconazo, o sobre un vestido como éste. Y si ya le pones un chaleco de pelo, tienes el conjunto completo para afrontar el frío. 🙂

Al acortar el vestido quedan  mucho mejor las botas altas, que hoy me he puesto sin medias porque la temperatura acompaña, si no, unos pantis gorditos son la mejor alternativa. Este tipo de botas se llevan muchísimo  por encima de la rodilla esta temporada. Hazte con unas y combínalas con tus minis más cortas o con unos short, como yo hice AQUÍ.

Lo genial del negro es que puedes usar prácticamente cualquier color, y este jersey blanco de ochos, tan gordito y largo me parece que le da un punto fantástico. Siempre busca uno con caída porque si no, vas a parecer una bolita de algodón, jejejeje.

¿Cuál de las cuatro opciones te ha gustado más? Ya ves que con un vestido básico negro y con un poco más, tienes un montón de posibilidades de cambiar un conjunto y multiplicar tu armario con pocas prendas.

 

Pasa una maravillosa semana y el domingo que viene aquí nos vemos con mucha más moda.

Miles de besitos. MUAKSSSSS

TENDENCIA TOTAL: LA FALDA MIDI PLISADA

Hoy te traigo una de las tendencias de este otoño-invierno que más se está viendo en todas las tiendas y en la calle: la FALDA MIDI PLISADA.

El año pasado comenzaron a verse tímidamente, pero esta temporada se van a llevar un montón. Ésta me la compré en Bershka hace unas semanas y no te creas que no me ha costado tiempo encontrar una que me quede bien. Últimamente no sé lo que hacen con las tallas –me da igual que sean marcas comerciales o de diseño-,  me queda todo grande, sobre todo de cintura. Y una falda de este tipo tiene que quedar perfectamente ajustada.

 

No a todo el mundo le gustan las faldas plisadas, ya que potencian todas las curvas y no siempre sientan bien. Si eres de caderas anchas y te encantan, busca una de tablas grandes, ya verás cómo te sienta mucho mejor. Eso sí, afina la cintura todo lo que puedas. 🙂

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Para contrastar con el color verde militar, tan potente y tan de moda este otoño, he elegido la blusa y la americana en tonos empolvados, aportando así suavidad al conjunto. Sí que es verdad que para llevar estos colores claros ahora hay que estar un poco morena, o más maquillada en mi caso, pero son mi debilidad, tanto o más que las blazers, jajajajaja.

La americana es de Zara de este verano y no veas lo que la utilizo estos días de tiempo tan raro. Al ser bastante amplia y larga la llevo con prendas más estrechas, como pantalones pitillo o vestidos rectos, para no parecer ancha y baja. También es verdad que con esta falda plisada, al tener mucha caída y ser de color oscuro, la americana no queda nada mal a pesar de no llevar tacones.

 

Con los zapatos de tacón cada vez soy más perezosa y siempre acabo eligiendo los bajos para el día a día, como estas manoletinas de tachuelas, de Zara de hace años, que ya me has visto AQUÍ. Es uno de los zapatos más chulos que tengo por el contraste que hacen lo “cursi” del modelo de zapato y lo “macarra” de las tachuelas. 🙂

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Son súper cómodas, como todo el conjunto, para poder ir a todas partes desde por la mañana a la noche, que es lo que busco siempre: comodidad con un punto diferente.

 

La camisa que llevo es de Vila de hace unos años y, además del color tan bonito que tiene, el toque de las piezas metálicas en el cuello le da el punto divertido y algo retro al conjunto. Me encanta llevarla abrochada del todo y que se vean bien los cuellos. ¿Qué te parece cómo queda?

 

Tanto las camisas como las blusas me encantan para esta época del año. Tengo de todos los colores y estampados como has podido ver en mis distintos looks (ver AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ). Lo mío es puro vicio, jajajaja. Además, es la sustituta perfecta para la camiseta veraniega. No puede faltar en tu armario esta prenda, sobre todo una en blanca que te siente perfecta, una en azul claro y, totalmente imprescindible, una vaquera como ésta de  AQUÍ.

 

Además de moda, también aprovecho para enseñarte rincones chulos de Logroño, como éste, el parque de La Ribera, junto al río Ebro. Con un estanque precioso, muchísima zona verde y un genial barco pirata al que no me he resistido a subirme, jajajaja.

Pasa una fantástica semana y nos vemos el domingo que viene con mucha más moda. Miles de besitos y muchísimas gracias por todos vuestros comentarios y “me gusta”. Muakssssss.

POR QUÉ LO LLAMAN VELVET CUANDO QUIEREN DECIR TERCIOPELO

Cada vez más me doy cuenta del abuso que hacemos de anglicismos en nuestro día a día, teniendo palabras en español para denominar lo mismo. Uno de los que más me ha rechinado últimamente es la palabra velvet para llamar el ‘terciopelo’. Parece que si llevamos una prenda de velvet va a ser más glamurosa que si es de terciopelo…. Que sepas que es igual de tendencia lo llames como lo llames, jejejeje.

Y después de esta reivindicación al uso de nuestra lengua maravillosa e internacional, el español, te voy a hablar de mi última adquisición: estos PANTALONES DE TERCIOPELO en rosa tan de tendencia.

 

Me los compré el otro día en Bershka y son increíblemente cómodos porque tienen una cintura elástica, una caída fabulosa y, algo imprescindible para mí, ¡bolsillos! jajajaja.

 

Como ya te comenté en mi post de lo que se va a llevar este otoño (ver AQUÍ), el terciopelo y el estilo deportivo son dos tendencias que vamos a ver mucho en todas las tiendas. Sobre todo, estoy encantada con que incorporen este material a nuestro armario y seguro que pico con más prendas. Hay maravillas por todas partes, mira: ÉSTE, ÉSTE y ÉSTE.

Hoy he querido hacer un estilismo un punto más arreglado, con los zapatos y la chaqueta en negro, y con tonos tostados en la blusa, como para salir a cenar o a tomar algo por la noche. Otra opción es con unos zapatos en beige y una chaqueta de punto, y vas genial para ir a trabajar.

 

Tanto unos zapatos de salón en negro como la chaqueta en negra, de piel o polipiel, son unos básicos que no pueden faltar en tu armario. Ya me los has podido ver en más ocasiones (ver AQUÍ y AQUÍ) y siempre me sacan de un apuro.

  

La blusa la tengo de hace mil años y es de An´ge. La uso muchísimo porque tiene un punto entre deportivo y arreglado que me encanta. El toque de las mangas en dos colores y el toque de brillo hacen que combine muy bien con todo. Me la has podido ver en otro post con un chaleco largo (ver AQUÍ). Tanto por fuera del pantalón, como por dentro, queda muy bien, dándole otro aire más informal.

 

Y como soy propensa a los dolores de garganta con el frío, siempre voy acompañada de un fular como éste de Parfois, que me tiene loca de contenta porque combina de maravilla con todo. ¡No me digas que no es precioso! Además me es muy útil cuando voy de viaje, porque así no tengo que llevar uno para cada conjunto. 🙂

 

Este tipo de pantalones con aire a chándal, para mi gusto, son totalmente incompatibles con zapatillas deportivas, salvo que quieras hacer un estilismo sport en toda regla o lleves una parte de arriba muchísimo más arreglada. Ya sabes cómo me gustan los contrastes. Además, si no eres muy alta como yo, al ser de pata ancha, te hace más bajita, así que hay que llevar tacón sí o sí.

 

Otra de mis debilidades son las gafas, ya sean de sol o de ver. Siempre busco que sean originales y, si son fabricadas en España, mejor que mejor. Estas de sol, de Wolfnoir, me las compré hace tiempo y me enamoró su diseño bicolor que sienta muy bien. No te pierdas sus diferentes modelos, a muy buen precio.

 

Gracias por estar ahí todas las semanas y espero que te haya gustado mi estilismo de hoy. Un besazo muy grande y nos vemos el domingo que viene.

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